En el mercado encontraremos diferentes tipos de bombas, pero en este caso hablaremos de las bombas utilizadas para el tratamiento de agua de pozos o balsas. Dentro de los tipos de bomba encontraremos principalmente dos modelos:
Bombas centrífugas: Funcionan a base del principio de la fuerza centrífuga. Un impulsor giratorio, dentro de la bomba, hace que el líquido sea arrojado hacia afuera desde el centro del impulsor. Es decir, este tipo de bomba crea una presión que fuerza al líquido a salir hacia las paredes.
Bombas helicoidales: También conocidas como bombas de tornillo, funcionan mediante un rotor helicoidal que gira dentro de una carcasa del estator y que tiene cavidad progresiva. El rotor crea un sello hermético con el estator y al girar desplaza el líquido a lo largo de la cavidad progresiva generando un flujo suave y uniforme.
La diferencia de aplicación entre bombas helicoidales y centrifugas está en el tratamiento del líquido. Por ejemplo, debido a la mecánica de las bombas centrifugas es más apropiado usarlas para líquidos menos viscosos; mientras que las helicoidales trabajan mejor con líquidos más viscosos.
Teniendo en cuenta que el agua es un líquido de baja viscosidad, las bombas helicoidales pueden reducir su rendimiento, ya que en los pozos de agua se pueden encontrar sedimentos que acaban por reducir la vida útil de la bomba.
También hay que mencionar que las bombas centrifugas se seleccionan generalmente cuando se requieren altos caudales y bajas alturas, mientras que las helicoidales se utilizan generalmente para alturas dinámicas altas y bajo caudal.