De acuerdo con la disposición el tejado o superficie de montaje, sea plana o inclinada, se distinguen dos tipos principales: estructuras lastradas y coplanares, cada una con sus ventajas según la disposición de la cubierta.
Es importante tener en cuenta que, aunque la disposición sea plana, se pueden ajustar ciertos ángulos o inclinaciones para optimizar la captación de la radiación solar utilizando un lastre o contrapeso. En contraste, las estructuras coplanares se utilizan en superficies inclinadas y permiten aprovechar la inclinación natural del terreno o tejado.
Las estructuras lastradas, empleadas en la instalación de paneles solares en tejados o superficies planas, son diseñadas con la finalidad de proporcionar una fijación segura sin la necesidad de perforar la superficie de instalación. Estas estructuras utilizan contrapesos estratégicamente distribuidos, evitando daños al tejado y asegurando una sujeción robusta, incluso en condiciones de viento. Su ventaja principal radica en la versatilidad, adaptándose a diversos tipos de techos y superficies, mientras preservan la integridad estructural del área de instalación.
Por otro lado, las estructuras coplanares, pensadas para superficies inclinadas, ofrecen diversas opciones de instalación adaptadas a diferentes necesidades. Para tejados de teja, se pueden utilizar estructuras con varilla roscada, que permiten una fijación segura en tejados de hormigón o teja mixta, estas varillas roscadas se anclan directamente al sustrato del tejado. Otra opción es el uso de anclajes de tornillo, que pueden tener una base metálica adecuada para tejados de chapa o sándwich. Este tipo de anclaje proporciona una sujeción robusta al tejado, asegurando la estabilidad de la instalación solar.